Antes era Tesco la cadena que no paraba de hacer tests con nuevas ideas, sobretodo en el canal online, pero tras el cambio de CEO y el natural foco en recuperar el negocio, el protagonismo se reparte entre sus competidores. En este caso es Waitrose el que nos trae un desarrollo que ya funciona en Estados Unidos: la entrega de compras online en casa cuando el cliente no está.
Por ahora se trata de un piloto en un barrio de Londres, y los clientes tienen que tener una cerradura especial que permite abrir la puerta con un pin temporal. El cliente que efectúa la compra crea un acceso temporal que se envía al conductor de la furgoneta que lleva la compra, y éste mete la compra en casa y deja los productos frescos en la nevera, los congelados en el congelador, etc. Todo el proceso de entrega queda registrado en unas cámaras que lleva el conductor, y el cliente puede ver el vídeo grabado, aunque no en tiempo real.
Es un piloto con 100 hogares, y esperan en seis meses poder ofrecer el servicio a 1,000 clientes más. El piloto inicial tiene un pedido mínimo de £25, y se tienen que hacer tambíen como mínimo 6 pedidos.
Es una forma de ofrecer más flexibilidad para los clientes de Waitrose, y también de ocupar mejor los circuitos de entregas, que no tendrán que estar tan condicionados a las horas en las que los clientes están en casa.
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