La Office for National Statistics (ONS), el equivalente al INE en España, acaba de publicar su último boletín con datos de cómo se comporta la inflación en el Reino Unido, y el dato es cada vez más preocupante. Todavía estamos en la parte de cada vez peor antes de notar la mejoría (el dicho inglés que no paramos de escuchas: it will get worse before it gets better) pero hay cada vez más familias con problemas para llegar a final de mes.
La tasa general de la inflación se sitúa en septiembre en el 10.1%, mientras que la de los productos alimentarios que se compran en gran consumo alcanza el 14.5%. Esta cifra es superior para los productos más baratos, que suben un 17% interanual. Cada partida se comporta de forma distinta, y para algunas los aumentos de precio son meteóricos: los precios de los aceites vegetales han subido casi un 67%, por culpa del impacto de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Pero los precios de las materias primas globales y el aumento de la energía afectan a todas las categorías, y por ejemplo el precio de la pasta ha crecido un 60% interanual. Estos incrementos afectan en mayor proporción a las familias con menos recursos, que dedican mayor proporción de su renta disponible a la compra de alimentos para consumir en el hogar, y ven como esta renta merma a gran velocidad o incluso desaparece por culpa de estos aumentos de precios.
La ONS calcula esta cifra tomando los precios de unos 30 productos esenciales de las webs de los principales supermercados del país. Otras organizaciones también toman medidas de la inflación con diferente metodología. Por ejemplo, la última que ha publicado Kantar (para un periodo que cubre parte de septiembre y de octubre) es del 13.9%, lo que supone un aumento del gasto anual en supermercados de £643 para una familia media, si siguiera comprando los mismos productos y las mismas marcas a lo largo del año.
Cada comprador tiene sus propias tácticas para gestionar esto, y estamos viendo como vuelven las prácticas de la anterior crisis de cambiar de tienda, comprar más MDD, comprar más congelado y menos fresco, e incluso comprar menos. Según Kantar, mientras el total del mercado crecía un 4.8% en valor, la MDD crecía un 8.1% y los productos de Marca de Fabricante vendían un 0.7% menos.
Nos quedan unos cuantos meses más complicados. Según el IGD, estamos cerca del pico de la inflación y celebraremos las Navidades con aproximadamente un 10% de inflación interanual (tasa que en enero del 2022 ya había alcanzado un 5%). El Instituto espera que la inflación recupere el nivel considerado normal (aproximadamente el 2%) durante el verano del 2023, aunque por ahora en sus previsiones no se detectan retrocesos en los precios de los productos de gran consumo, así que aunque la inflación se modere, las familias seguirán teniendo que vivir con precios altos en su día a día.
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