Nota 20 de marzo: abro una serie que se llamará “Alimentación y Coronavirus en UK”, al igual que la que hice con el Brexit.
Al igual que en España y otros países, la crisis del coronavirus ha provocado una avalancha de compras en los supermercados. Los clientes quieren tener reservas suficientes en casa en previsión de la posibilidad de tenerse que quedar aislados o que más adelante escaseen los productos básicos. Alex Salvador, Director de Marketing de Cárnicas Serrano explica este comportamiento en pocas palabras en esta nota de LinkedIn
Desde el principio, todas las cadenas de supermercados han hecho llamamientos a la calma, diciendo que hay suficiente producto para todos, que es necesario que los clientes compren con responsabilidad y solamente lo que se necesite. Y advierten que si compramos de más, no habrá producto disponible para los demás, sobre todo para las personas más vulnerables como los ancianos.
El domingo las principales cadenas publicaron una carta conjunta pidiendo estos comportamientos responsables, y explicando que estaban trabajando con el gobierno para poder agilizar la cadena de suministro durante este tiempo tan excepcional. Las medidas que por ahora se están barajando:
Eliminar las restricciones al transporte y la carga y descarga durante la noche, para que se puedan reponer las tiendas de noche también.
Ampliar las horas que pueden conducir los chóferes de camiones.
Permitir el uso de bolsas de plástico, que agilizaría las entregas de productos online y también se piensa evitaría el riesgo que pueda tener el reutilizar las bolsas.
La primera medida que tomaron las cadenas fue racionar los productos más demandados. Empezó Aldi, y le siguieron algunas otras cadenas como Sainsbury’s, Tesco, etc. O bien se permite comprar dos unidades de un determinado producto, o se permite comprar cuatro o cinco de las varias categorías afectadas. Naturalmente el papel higiénico es el producto que más se demanda, y alguno otro de la categoría de la celulosa, pero también pasta, conservas, leche UHT, productos de limpieza, etc. Y por supuesto, gel hidroalcohólico hace semanas que es dificilísimo verlo en las tiendas.
Se están replanteando todas las operaciones en las tiendas, para mantener las esenciales y desviar recursos hacia ellas. Por ejemplo algunas cadenas han cerrado las cafeterías en las tiendas, cierran los puntos de venta asistida, y los obradores donde envasan queso, charcutería etc (por ejemplo Morrisons). Otros, como Waitrose and Partners toman trabajadores de su negocio de grandes almacenes, John Lewis, de donde van a incorporar a unos 500 empleados para reforzar el trabajo en los supermercados. Cada John Lewis tiene un Waitrose en la planta baja, por lo que seguramente en muchos casos no hará falta que los empleados tengan que ir a otro centro a trabajar.
Iceland ha tomado una medida que está teniendo mucho alcance mediático, y es que van a replicar a nivel nacional una iniciativa de una tienda de Irlanda del Norte: cada miércoles, las dos primeras horas las van a reservar para los clientes más mayores. Así podrán comprar sin prisas, sin empujones, y tienen todo el surtido a su alcance. Sainsbury’s anuncia lo mismo, pero para los jueves, una hora a primera hora de la mañana. En Irlanda Lidl y luego Tesco han adoptado una medida similar: cada día de 9 a 11am las personas mayores tienen prioridad en las colas y un reponedor les va a ayudar en la compra.
La demanda del comercio online ha dado un salto exponencial. Las Apps y Webs de varias cadenas han tenido problemas para mantenerse operativas durante el fin de semana, y no hay entregas disponibles durante las próximas dos semanas. Para gestionar el tráfico de su web, Ocado ha implantado un sistema de cola virtual. Cuando entras en su web te dice cuanta gente hay por delante tuyo y el tiempo que tienes que esperar para que puedas empezar a elegir entrega y productos. La mayoría de supermercados online dejarán los productos en la puerta de la casa, no entrarán como suele ser parte del servicio.
Morrisons ha anunciado que algunas de sus tiendas físicas cierran y se convierten en tiendas de preparación de pedidos online, ante la previsión de tener que atender a mucha más gente en cuarentena en casa, y también para proteger a sus empleados y reducir la interacción con clientes en las tiendas. También han anunciado mejorar la paga por enfermedad, y hacer antes los pagos a los proveedores más pequeños, para evitarles problemas de cash flow en estos tiempos convulsos.
El sector se está preparando para también unas próximas semanas mucho más difíciles en las que se puede decretar la inmovilización de la sociedad. Además, y es uno de los mayores miedos del sector es que los trabajadores enfermen. Puede haber suficiente producto en almacenes y cadena de suministro, pero si no hay reponedores, conductores de camiones, operarios en fábrica y personas en los campos, el sistema se para.
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