Como bien saben los que siguen la actualidad del país, últimamente en el Reino Unido se han materializado algunos hechos que se sabía iban a suceder pero no se tenía certeza de la fecha. Hoy Kantar nos ha anunciado uno de estos hitos, relacionado naturalmente con el mundo del gran consumo y que venía anticipando desde hace unos pocos años: Aldi alcanza a Morrisons y toma la cuarta plaza en el ránking del gran consumo británico.
Es un hecho que llama muchísimo la atención en este país. Las cuatro primeras cadenas, el llamado Big Four, eran más o menos parecidas entre sí, con algunas diferencias en cuanto a posicionamiento y otros elementos de sus estrategias. Los Tesco, Sainsbury’s, Asda y Morrisons son cadenas con una presencia más o menos en todo el país, con unas ventas más o menos paritarias entre MDD y MDF, multiformato, y sobretodo, que se han venido marcando de cerca en los últimos 20 años, imitando los unos las iniciativas de los otros prácticamente de forma inmediata. Ahora los Big 4 cambian! Entra Aldi que es totalmente distinto a los demás: también tiene presencia nacional, pero su modelo discounter, el tener prácticamente un único formato de tienda (con incursiones muy tímidas en el online y el convenience) y la fuerte presencia de MDD lo hacen distinto a los otros tres.
El último cambio en la configuración de este pódium del retail fue cuando Morrisons compró Safeway en el 2003, y de esta forma, también compró su puesto entre los Big 4.
Fuente Kantar Worldpanel.
Según los datos que publica Kantar, Aldi ha alcanzado este mes una cuota del 9.3%, y Morrisons se queda en el 9.1%. Morrisons ha venido perdiendo cuota de mercado desde hace unos años. Empezó la década pasada con una cuota cercana al 13%, pero lleva varios años perdiendo ventas por las circunstancias de la Economía, el buen hacer de los discounters, el mal hacer de los gestores de Morrisons, y la dura competencia de las otras cadenas.
Tras esta anécdota, los datos siguen la tónica de los últimos anuncios: el mercado crece un 3.8% en el último trimestre (comparado con el año anterior) principalmente gracias a la inflación, que se sitúa en el 12.4%. El 25% de los actos de compra incluye MDD de primer precio, cuyas ventas han crecido un 33%, reflejando el cambio de hábitos de compra que están aplicando los británicos, además de irse a los discounters (las ventas de Aldi han crecido un 18.7% y las de Lidl un 20.9%) o comprar menos.
Según Kantar, las ventas de Lidl crecen al mismo nivel que en el 2014, la etapa de pleno apogeo del discount cuando eran capaces de atraer grandes cantidades de clientes de los Tesco, Sainsbury’s etc. Pero han pasado casi 10 años desde entonces, Lidl necesita vender mucho más en absoluto para alcanzar esos porcentajes, y las cadenas han aplicado muchas iniciativas en su estrategia comercial (MDD, SPB, menos gama etc) para hacer frente mejor a los discounters. A pesar de eso, crecen con mucha fuerza gracias al clima de preocupación en el que viven los consumidores que ven como suben los gastos y el precio de los servicios y productos que consumen mientras que los sueldos no lo hacen a la misma velocidad.
Del resto de cadenas, Iceland y Ocado crecen alrededor de un 5%, mientras que las demás -salvo Morrisons que pierde ventas- crecen lo justo para mantener sus cuotas. Es de destacar el dato de Iceland, que se está centrando mucho en ofrecer una imagen de precio y valor, con iniciativas muy enfocadas a atraer a los clientes con menos poder adquisitivo y ayudarles a gestionar los problemas de liquidez que puedan tener a la hora de hacer la compra.
Sin duda las ayudas que acaba de anunciar el gobierno a las familias (nos van a pagar una parte importante de la factura de la luz y el gas) habrán caído muy bien en muchos hogares. Pero éstos se enfrentan a aumentos de coste en muchas otras facturas, por lo que la presión en lo que compran en los supermercados va a seguir siendo elevada durante unos cuantos meses, hasta que se calme la crisis.
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