Todavía tengo que escribir sobre los resultados de Tesco, la polémica sobre el dividendo, y una muy buena iniciativa vinculada a su compra del mayorista Booker hace tres años. Pero se impone el Coronavirus, y cómo las empresas están cambiando la gestión de sus operaciones y del punto de venta para amoldarse a la nueva situación y las medidas de distanciamiento social que impone el gobierno.
En la última comunicación de Tesco hacia sus clientes, se detallan varias de las nuevas acciones:
Van camino de doblar la capacidad de entregas online. Están a punto de alcanzar 1 millón semanales, han aumentado en 400.000 desde que empezaron las compras de acopio, y esperan llegar pronto a las 1.2 millones. Las personas vulnerables de la lista del gobierno tienen preferencia a la hora de reservar entregas, y Tesco está trabajando también con su propia base de datos para identificar otros clientes que puedan ser vulnerables.
Han abierto dos supermercados en los hospitales de campaña que ha construido el gobierno británico. Están abiertos 24 horas, y tienen un surtido especial de productos esenciales.
Han cambiado la gestión de horas en las que otorgaban prioridad al personal de esencial. El personal sanitario, de los servicios de emergencia, y los cuidadores, tienen prioridad en cualquier momento del día, basta que se acerquen a la puerta o a la caja, y no tienen que hacer cola para entrar en la tienda ni para pagar en caja.
Las medidas en la tienda son las habituales, pantallas en las cajas, cartelería informando, cerrar los mostradores, elementos para limpiar las asas de los carros, y han hecho mucha incidencia en dirigir el flujo de los clientes en la tienda, con flechas en el suelo y carteles informativos.
Adicionalmente, algunas medidas para sus empleados:
Los empleados de las tiendas tienen a su disposición guantes y mascarillas, por si quieren utilizarlos. El consejo del gobierno no obliga a usar estos elementos.
Además, para ayudar con el estrés al que están sometidos los trabajadores, Tesco ha contratado para ellos los servicios de un par de Apps de “mindfulness”, HeadSpace y SilverCloud. Son Apps con ejercicios para manejar el estrés, dormir mejor, concentrarse y meditar, etc.
Van a realizar tests de Covid-19 a sus empleados y familiares. En principio es un piloto en una de las zonas, para empleados con síntomas o para familiares de empleados que tengan síntomas. Y son tests voluntarios.
Tienen a unas 300.000 personas en las tiendas. 41.000 de baja o no pueden ir a trabajar porque viven con alguien con síntomas, y han incorporado a 50.000 nuevos empleados, que van a dejar la empresa de forma paulatina a medida que se normalice la situación.
Y finalmente, el gran esfuerzo solidario de repartir alimentos a bancos de alimentos, distribuir fondos entre ONGs que apoyan a los más débiles, etc. Se espera que las donaciones de alimentos excedan este año los £52 millones.
Las ventas de Tesco crecieron un 5.5% en el periodo previo al confinamiento, por detrás de los discounters y su competidor Sainsbury’s, pero por delante de Asda y Morrisons. La semana que viene veremos los datos de las primeras semanas de confinamiento, y ver qué impacto tienen en las ventas las medidas de distanciamiento social y el cierre de los restaurantes.
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