Tesco está dándole la vuelta al formato hipermercado. Fuente Tesco.
Una vez más, el CEO de Tesco Philip Clarke ha tenido que presentarse ante los analistas y periodistas para anunciar los malos resultados del grupo que dirige. Según él mismo ha reconocido, estos son los peores resultados del grupo en los últimos 40 años, y a pesar de observarse alguna mejora en los mercados asiáticos, el mal papel del mercado británico oscurece cualquier elemento positivo que pudiera haber.
Las apuestas ya tiraban por lo bajo, con una pérdida de ventas comparables superiores al 3%, refrendadas por los datos que publicaba ayer Kantar World Panel que mostraban que Tesco había perdido un 3,1% en ventas interanuales durante el último trimestre.
Finalmente, los números oficiales dicen que las ventas en UK han descendido un 1.7% y las comparables un 3.7% (sin gasonlina). Además, se comparan con un trimestre malo para Tesco, el año pasado perdió un 3.0% en ventas comparables también. Son cifras peores que las que se habían adelantado, y que ponen aun más presión en la dirección de Tesco – que pide algo más de tiempo para que surjan efecto las medidas que han tomado – y en el resto de retailers, puesto que ninguno de los llamados “universales” (Asda, Sainsbury’s y Morrisons) puede descuidarse ni un momento.
La guerra de precios está haciendo mella en los resultados. Desde principios de año Asda Morrisons y Tesco iniciaron una guerra de precios en toda regla, y por ahora Asda es el únido de los tres que puede decir que su estrategia está teniendo algún efecto positivo. Tesco lanzó la campaña de “precios bajos que se quedan bajos” hace unos meses para algunas referencias básicas (primero leche y algunas verduras, y luego se incorporaron otras referencias como el pan, frutas, etc) y hoy ha informado que los volúmenes de los productos rebajados han crecido un 28%. Sin embargo, es un retailer que no se percibe como tan barato como Asda, o incluso se dice que Morrisons con la nueva campaña de “I’m cheaper” está consiguiendo volver a ser percibido más en la zona de precio que la de calidad.
La directiva anunció hace unos meses que aceleraba el plan de reformas de tiendas, y piensan que están en la buena dirección y que poco a poco las reformas se reflejarán en incrementos de ventas (las nuevas tiendas venden un 5-10% más que antes de la reforma), aunque tambíen reconocen que las reformas dificultan la vida a los clientes, que los abandonan aunque sea temporalmente, y algunos no vuelven.
Sin embago, de las iniciativas que mejor le han salido a Tesco últimamente, destaca la de bajar los precios (o dejarlos en cero) relacionados con las entregas de los pedidos online. No ha dado cifras concretas, pero si que habla de números de pedidos en órdenes similares a los que se experimentan antes de las Navidades. Sin duda, un triunfo.
Philip Clarke no se ha atrevido a pronosticar cuando Tesco volverá a crecer en el mercado británico. Curioso que una empresa que lleva tantos años recogiendo datos de sus clientes no sea capaz de encontrar algo haga que sus clientes vuelvan a las tiendas. Mientras tanto, siguen líderes, y lanzando multitud de iniciativas para volver a ser tan relevantes como en el pasado cercano.
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