Estamos viviendo una época en la que cada vez va ganando más peso la responsabilidad social y medioambiental de las empresas. Éstas, van cambiando, poniéndose otros objetivos además del de ganar dinero para mantener el favor de sus clientes, y cuando no lo hacen por sí mismas, vemos cómo la sociedad civil les puede obligar a cambiar. O como en el caso de Tesco, acelerar el cambio.
El Consejo de Administración de la cadena acaba de anunciar una nueva estrategia para facilitar a sus clientes asumir dietas más saludables y con un menor impacto medioambiental:
Aumentar las ventas de productos saludables (según la definición del gobierno británico) para que alcancen una cuota del 65% de todos los alimentos y bebidas sin alcohol que Tesco vende (en la actualidad esta proporción es del 58%).
Promover la venta de estos alimentos alimentos saludables con promociones y descuentos, con más gamas de productos y dedicándoles más espacio. Así espera inspirar de forma positiva a sus clientes.
Reformular productos para que sean más saludables (por ejemplo, que un 66% de sus platos preparados tengan al menos 1 de las 5 raciones diarias de frutas y hortalizas recomendadas).
Cuadruplicar las ventas de productos alternativos a la carne y los lácteos, basados en proteínas vegetales, para reducir el impacto medioambiental de la dieta de sus clientes.
Y ha trazado un plan para alcanzar estos objetivos en el año 2025.
Tesco, como el resto de cadenas de otras partes del mundo, lleva tiempo trabajando para que sus productos sean más saludables y respetuosos con el medio ambiente. Les he hablado de esto varias veces en el blog. Desde el dar de baja bebidas con azúcar añadido, las promociones de productos light, el programa Helpful Little Swaps, o la campaña con Jamie Oliver. Dicen haber eliminado 50.000 millones de calorías vendidas, al reformular productos con un alto contenido energético como los platos preparados, la bollería, galletas, , o dando de baja bebidas con azúcar añadido.
Cartelería en Tienda para inspirar dietas con más verduras, compras de productos más saludables (vino sin alcohol) y gama de MDD vegana.
Esto supone una aceleración de los proyectos en los que Tesco trabajaba, y ha venido provocado por la iniciativa de ShareAction, una ONG que se dedica a coordinar la acción de inversores activistas y gracias a contar con el respaldo de un número suficiente de accionistas de Tesco ha logrado llevar a las votaciones de la próxima junta de accionistas un voto sobre la venta de productos saludables.
ShareAction ha conseguido que 100 personas afines a su organización compraran al menos una acción de Tesco. La ley inglesa permite que una propuesta de un accionista, apoyada por 100 de ellos, pueda ser llevada a votación a la próxima Junta General de Accionistas. Esta propuesta solicitaba a Tesco el establecimiento de los objetivos del primer punto, y que la cadena ha asumido antes de la votación. Pero además de estos accionistas, un par de inversores institucionales de gran importancia han apoyado la propuesta.
Tesco tiene más del 25% del mercado de gran consumo en el Reino Unido, por lo que es seguro que esta iniciativa va a tener repercusión. No solamente por sus ventas, si no porque va a inspirar el cambio en otras cadenas, o motivará la acción de los accionistas de las cadenas competidoras!
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