Hoy ha seguido la fiesta del gran consumo británico, con la presentación de resultados de Tesco y Marks & Spencer. Todos batiendo records, cambiando paradigmas, rompiendo rachas, y felices en general.
Fotografía de Tesco.
Los números de Tesco no son sólo buenos, si no que empiezan a ser consistentemente buenos, y todo lo que hacen les sale bien. Llevan varios trimestres con crecimiento del valor de las ventas, y dos años con mejoras de volumen. Las ventas estas navidades han crecido un 0.7% (algo menos que las navidades anteriores, en las que mejoraron las ventas en un 1,3%) y han tenido ventas comparables positivas en todos los canales. La disponibilidad de productos fue muy elevada durante las fiestas, la gama de productos navideños tenía muchas innovaciones y productos de mucha calidad, y las tiendas tienen mejor servicio. Lo básico del gran consumo como decía el CEO de Morrisons hace un par de días, tener los productos que quiere el cliente y gente que les atienda.
Como en otras cadenas, los frescos (volvía la apuesta de precio bajísimo en las verduras típicas de la comida navideña) y los platos preparados festivos han sido de las categorías más importantes que han fundamentado este buen resultado. Éstos últimos han crecido un 24%, tras la incorporación hace dos años de mejoras como que todos los productos se cocinan a la misma temperatura en el horno. Los vinos premium han crecido un 20% y los productos sin (sin gluten, sin lactosa, etc) lo han hecho en un 18%. No han dado resultados de productos frescos, pero da igual: el objetivo era tener buenos precios para llevar clientes a las tiendas.
Las ventas comparables en alimentación son de +1.3%, pero el non food no ha ido tan bien. Se atribuye a que este año no han llevado a cabo la campaña “ClubCard boost”. Era una campaña para la que los clientes guardaban cupones a lo largo del año y los gastaban en Navidad, porque valían el doble durante este periodo, para comprar regalos. Ropa y juguetes rompen esta norma, con crecimientos del 4.3% y del 8.5% (fue muy positiva la idea de igualar precios con Argos y comunicarlo intensamente). Estas dos categorías han tenido un impulso de ventas a través del canal online, gracias a que eliminaron el coste de las entregas de los pedidos en tiendas.
Han seguido invirtiendo en precios. La cesta de la compra navideña es un 7% más barata que hace dos años. Y aunque reconocen que las presiones inflacionarias son cada vez más importantes, van a intentar contener los precios al máximo.
La única sombra está sobre los resultados de los negocios en otros países. Algunos han sido positivos, y continúan mejorando, pero no han estado a la altura de las expectativas de los inversores. Pero basta con mirar un poco atrás y ver como Tesco se metía en un lío tras otro, tapaban agujeros a base de planes estratégicos en los que se invertía mucho dinero, y no se tenía la sensación de tener una dirección clara, a diferencia de lo que pasa ahora.
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