La historia es tan grande que casi siempre nos es fácil encontrar estos paralelismos.
Hace unos poco más de veinte años Sainsbury’s era el supermercado que marcaba la pauta en el Reino Unido, el más imitado, el más envidiado, y fundamentalmente, el que acertaba más con sus innovaciones, por más arriesgadas que sean.
Tescos, Asdas, Somerfields, Safeways, etc, no eran mucho más que los perseguidores.
Sin embargo, algo se torció en Sainsbury´s y perdió la conexión con los clientes. Ya lo que hacía no funcionaba. En realidad, a quien le funcionaba era a Tesco, que empezando por la tarjeta de fidelización ClubCard, unas mejoras en tecnología y sistemas de información que le permitían mejorar en eficiencia, y segmentarlo todo de forma metódica (MDD, formatos comerciales, etc) lograron ganar cuota gracias al éxito en ventas, imparable hasta hace unos tres años, cuando tocaron techo con un 30% de la cuota del gran consumo en UK.
Mientras tanto, Sainsbury’s fue perdiendo ventas y posiciones en el ranking, hasta que fue superado por Asda y quedarse con un 17-18% de la cuota de mercado.
Justin King. CEO de Sainsbury´s Fuente Sainsbury’s
Philip Clarke, CEO de Tesco. Fuente: Tesco
En estos días en los que se anuncian records deventas de Sainsbury´s (que parece ser le permitirán recuperar el segundo puesto en el ranking del retail, al superar a Asda), éxitos de su negocio de non-food y online, etc, también se hablamucho de lo que va mal en Tesco, que ya lleva más de un año diciendo que saben qué va mal y tienen un plan para revertir la situación, pero no parece detectarse demasiada mejoría.
Tesco tiene problemas en sus dos principales mercados, Reino Unido y Corea del Sur, y no parece que las cosas sean muy boyantes en el resto (China, Europa del Este, Sudeste asiático, etc).
Se confía que la introducción del comercio electrónico y las tiendas QR en lugares de alto tráfico de clientes en varios países (donde ya empiezan a trabajar con un excelente know how ganado en el Reino Unido, no como los otros operadores del país que tienen que empezar casi de cero) ayude a mejorar las ventas.
En casa, tiene muchos solares comprados en la época anterior al estallido de la burbuja, que ahora se encuentra con que no quiere abrir tiendas en ellos – aunque unos cuantos los habían comprado para evitar que se ubicara allí un Sainsbury’s o un Asda – y han perdido mucho valor en el mercado inmobiliario.
En casa también, Tesco sigue pagando las consecuencias del la crisis de la carne de caballo. Plantaron carteles en las tiendas con “We are sorry” en letras grandísimas, y unas semanas más tardes “We have learnt“, pretendiendo establecer una especie de diálogo con sus clientes, parecía como si los clientes se expresaran únicamente dejando de comprar carne en Tesco.
Incluso hace una semana – hemos podido leer en The Grocer – los propios directores de Tesco reconocían públicamente ante los proveedores en una jornada conjunta que en estos últimos años no han gestionado de forma correcta la relación con proveedores (la presión puede haber llevado a tomar atajos) pero que a partir de ahora van a eliminar burocracia, arrogancia y demasiada jerarquias, para poder implantar nuevas prácticas que lleven a una colaboración más cercana entre Tesco y los proveedores, que lleve a relaciones de win-win.
De este mismo evento salieron algunos proveedores bastante contentos. Declararon a la revista que por lo que presentó Tesco, el cambio de estrategia les parecía convincente y muy bien preparado, por lo que esperan que tenga efecto de forma inmediata.
Mientras tanto, a Sainsbury´s parece irle todo bien, y no se habla mucho de lo que le va algo menos bien. Su negocio online crece de forma trepidante, aunque seguramente a la par que el de Tesco, y donde parecen hacerlo mejor es en el negocio de convenience, por su atención especial a los frescos y la comida caliente, algo en lo que se diferencian de Tesco. También es que Sainsbury´s está creciendo en áreas en las que no hacía negocio, el non-food y territorialmente en zonas donde no tiene tiendas.
Nadie habla de que Sainsbury’s pueda alcanzar a Tesco en el medio plazo, pero también en el momento en que Sainsbury’s era el líder del mercado, nadie apostaba por la escalada de Tesco.
Al frente de las dos empresas hay también dos personas en circunstancias totalmente opuestas. Philip Clarke heredó uno de los retailers más dinámicos del mundo de su antedecesor, Terry Lehay, y tiene el reto de mejorarlo. Justin King fue el impulsor de la estrategía “making Sainsbury´s great again” que puso las bases del crecimiento actual, con unas ideas que han salido reforzadas gracias a la crisis. Sin embargo, parece que el tiempo de Justin King en Sainsbury’s se acaba pronto… podrá darle Philip Clarke algún consejo al futuro sucesor de Justin King sobre como gestionar los fantasmas?
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