El mercado online chino está en plena pujanza, y las marcas no quieren quedarse fuera de él. Ni tampoco los retailers, como en este caso Sainsbury’s que para aterrizar en China no le ha hecho falta abrir ninguna tienda a pie de calle.
Las marketplaces y el comercio online transfronterizo están impulsando el comercio online en el gigante asiático. El comercio electrónico supone casi un 10% del total, y Accenture espera que en el 2020 ya suponga el 24%. En ese mismo informe, Accenture y Aliresearch piensan que este mercado va a crecer aún a mayor velocidad. Los chinos no tienen un buen acceso a supermercados y tiendas modernas, el número de personas que forman parte de la clase media crece a mucha velocidad, y aspiran a consumir productos que no tiene disponibles en su entorno y que perciben como más seguros que los producidos en su propio país.
En este contexto, Sainsbury’s anunciaba ayer su apertura de una tienda en uno de los principales marketplaces de China, TMall de Alibaba. Por ahora hay disponibles tres categorías de productos, lo que llaman “Best of British”, productos ecológicos y productos para bebé, todos MDD de Sainsbury’s, aunque de distintas gamas (premium, ecológica, niños, etc). Las tres categorías muy vinculadas a la seguridad y a la aspiración. Es una forma de entrar con poco riesgo en un mercado que potencialmente, es inmenso.
Sin embargo el tener una tienda en TMall no significa venta. En un análisis que hacía The Wall Street Journal de TMall se decía que el 70% de las tiendas apenas venden, por lo que Sainsbury’s tendrá que dinamizarla invirtiendo en comunicación, ya sea publicidad clásica, a través de eventos, o mediante redes sociales.
Waitrose es otra cadena que se expande internacionalmente de una forma peculiar, tal y como se puede comprobar en algunas tiendas de El Corte Inglés en España. No abre tiendas, pero sí que llega a acuerdos con retailers líderes en otros países que venderán los productos de marca Waitrose o Duchy Organic en sus tiendas. Lo han hecho en varios países de la Península Arábiga, y en Asia sus productos se pueden ver en el food hall de Shinsegye, donde gozan de mucha popularidad.
Un mercado muy lejano, pero con futuro, y seguro que una buena opción ante el panorama de lucha descarnada en UK contra los discounters y el resto del Top 4.
Las promesas que esperan los consumidores chinos: productos importados, originales no copias, directamente del depósito de aduanas (no manipulados en china) y “verdes”.
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