Muchos analistas le asignan al Brand Match un papel importantísimo en el éxito actual de Sainsbury’s. Gracias a esta iniciativa, el retailer ha conseguido ir cambiando poco a poco a su favor la percepción que tienen los consumidores del precio de sus artículos.
Cuando Tesco lanzó su propia garantía de no ser más caros que la competencia, Sainsbury’s adelantó sus quejas: Tesco puede comparar productos de marca de fabricante (fácilmente comparables) pero los de marca propia son algo más complicados (que muchas veces son idénticos, pero en un buen número de ocasiones son de tamaños distintos, no tienen los mismos ingredientes, etc). La queja de Sainsbury’s es que sus productos de MDD tienen muchos elementos diferenciadores (calidad, origen, comercio justo, etc) que se escapan de la mera comparación de precios; al ser de mayor calidad, tienen que ser más caros, vienen a decir, y comparar directamente los precios es engañar a los consumidores.
Sainsbury’s ha apelado a varias instancias para hacer que Tesco retire partes de su garantía, pero siempre se le ha respondido en contra. Ahora llevan esto un paso más allá, al solicitar una revisión judicial de su caso. Esto le puede costar al retailer £150,000 pero dicen en Sainsbury’s que merece la pena para defencer el honor de su MDD.
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