Una mañana que debía ser especial para Mike Coupe, pero ahora dominada por la crisis de la pandemia. Hoy era su última presentación de resultados, dado que desde mañana toma las riendas de la segunda cadena de supermercados del país Simon Roberts, que hasta ahora ostentaba el cargo de Director de tiendas y operaciones. Por lo menos el coronavirus ha desplazado las preguntas sobre la fallida fusión con Asda.
Tienda de Sainsbury’s
Sainsbury’s calcula que la crisis le va a costar unos £500 millones de beneficios, entre costes laborales excepcionales (han llegado a tener un 25% de los empleados de baja, por estar enfermos o por tener que aislarse al convivir con un enfermo), las medidas para proteger a sus empleados en sus tiendas o almacenes, y proteger a los empleados cuando van a comprar, y ventas no materializadas (como por ejemplo liquidar stocks de textil que no van a tener casi salida, menos beneficios por venta de divisas a clientes que van a pasar las vacaciones al extranjero, y el retraimiento del consumo por la mala situación económica). Sin embargo, piensa que ésto se va a ver compensado en parte por la cantidad extra que están comprando sus clientes (por ahora, en casa y sin poder comprar comidas en restaurantes!), y por las distintas ayudas del gobierno (las tiendas no van a pagar el “business rate”, uno de los impuestos más elevados que se les impone). Durante las siete semanas que llevamos entre compras de pánico y aislamiento de la población, las ventas de gran consumo han crecido un 12%, mientras que las de ropa y non food se han hundido. De la parte de non food solamente se salva su negocio Argos, que crece un 9% impulsado por las ventas de productos para equipar el hogar para trabajar en casa.
Piensa que hasta septiembre no se va a recuperar una cierta estabilidad, pero que los consumidores van a ser muy cautos y pensarse dos veces cualquier gasto. Piensa que el negocio de alimentación irá bien porque se va a comer más en casa y menos fuera del hogar, pero que en non food, y especialmente ropa, va a ver un severo retraimiento del gasto. De forma aproximada, estima que las ventas de alimentación van a crecer un 10% respecto al año pasado.
Por lo que respecta al ejercicio que cerraron el 7 de marzo, las ventas de alimentación y non food descienden un 0.4% (-0.6% en ventas comparables) arrastradas por los malos datos de non food, que pierden un 2.9%. Gran consumo logra crecer un 0.4%, muy por debajo de la inflación, y al ser la principal partida logra contener la bajada. El último trimestre, tras las Navidades, había sido el más positivo para las ventas de gran consumo, que habían crecido un 2,0%, y según ellos, con los datos de Kantar que aportan, en este último trimestre antes de la crisis habían sido la cadena que más había crecido. Dicen que se debe a los cambios en la oferta que han venido realizando, como por ejemplo el lanzamiento de su nueva MDD primer precio, mejoras en la gama alta de su MDD, implantación de secciones de salud y belleza mejoradas, y su inversión en reducir el precio medio de la cesta.
Por canales, la misma tónica que veníamos observando los últimos años. Decrecen las de supermercados e hipermercados (-0.1%) aunque se deba también a que han cerrado algunas tiendas. Convenience (+1.3%) y Online (+7.6%) siguen creciendo. En online han conseguido crecer algo más que los últimos años (6.8% y 6.9% los dos años anteriores) y además ser más eficientes en la preparación de pedidos.
Este año también han hecho público su compromiso de convertirse en un negocio sin emisiones netas en el 2040, diez años antes que el compromiso que había establecido el Reino Unido para su economía. Trabajan en muchas direcciones, para reducir las emisiones de carbono, el uso de agua, reducir el uso de plástico y de desperdicio, y en promover dietas saludables y sostenibles.
Sainsbury’s va a invertir £1000 millones a lo largo de 20 años para alcanzar sus objetivos en sostenibildad.
Sobre cuestiones financieras, a pesar de reducir las ventas los beneficios aumentaron un 26%, hasta los £255 millones. No van a pagar dividendos por ahora, esperando a ver qué pasa cuando se estabilice el mercado, y también, ante la situación extraordinaria del mercado, se ha decidido que no se le va a pagar bonus al equipo directivo este año.
Las prioridades del nuevo equipo son continuistas. Van a continuar trabajando en la reducción de costes para simplificar la organización, racionalizar la oferta y seguir implantando Argos en el negocio. También van a trabajar en la mejora de la experiencia de compras, y mencionan la implantación del “Smart Shop” en todas sus tiendas, que son los escáneres de mano o la posibilidad de escanear con una App. El 18% de las ventas se realizan de esta forma, con un valor de £6.000 millones. Las semanas del Covid, el uso de este sistema se ha prácticamente doblado, utilizándose hasta casi en el 35% de las ventas.
Durante este año, los planes eran de seguir cerrando tiendas para ajustarse a la competencia en el mercado y el crecimiento del comercio online, aunque está por ver si lo van a revisar cuando acabe el aislamiento y se pueda comprobar el comportamiento de mercado en unas condiciones algo más estables. Planean cerrar 8 supermercados y 14 tiendas convenience. Van a abrir 2 supermercados y 15 tiendas convenience a lo largo del año.
Acaba una época de lucha contra el discount, de compras de negocios sorprendentes, y de lucha contra el discount. Sainsbury’s ha encontrado en sus valores una forma de defender su porción del mercado, y está por ver si le va a seguir siendo suficiente o tiene que inventar algo más para seguir ganándose la confianza de sus consumidores.
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