En las últimas fechas el debate sobre cuanto azúcar se esconde dentro de los alimentos y bebidas que se venden en el Reino Unido se ha intensificado. Fabricantes y distribuidores tienen firmados varios protocolos de colaboración con el gobierno para reducir la ingesta de azúcar en la población, como por ejemplo los checkouts saludables (varios supermercados han quitado golosinas de la zona de impulso en las cajas), o la reformulación de productos por parte de la industria.
Se están publicando estudios sobre la cuestión, los medios de comunicación se hacen eco de la parte más sensacionalista de los mismos, y a la vez varios lobbies abogan por la imposición de impuestos sobre el azúcar que haya en los productos alimentarios, con el objetivo de poner una barrera a su consumo.
También en esta línea de poner barreras está trabajando un lobby de responsables de salud pública del norte de Inglaterra, que constituyeron hace tiempo una organización llamada Food Active, y que investiga cuestiones relacionadas con la obesidad, y tiene como objetivo lograr que se reduzca la obesidad con medidas impositivas o prohibiendo anuncios de ciertos productos,
The Grocer hoy explica cómo este grupo va a lanzar la semana que viene una campaña que recuerda en muchos casos algunos de los anuncios utilizados para dejar de fumar. Se centran en las consecuencias de consumir azúcar en exceso, y van a aparecer tanto en redes sociales como en anuncios en las calles y en la prensa.
Un vaso lleno de dientes podridos para significar el efecto de las bebidas refrescantes sobre la salud dental. Fuente The Grocer
Fuente The Grocer
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