Como hemos comentado en otras ocasiones, Morrisons quiere ser la referencia del gran consumo de este país para los productos frescos. Tienen una estructura de integración vertical para muchos de los productos, y además los empleados en las tiendas tienen un mayor grado de formación sobre frescos que los de la competencia.
Lleva un tiempo Morrisons resaltando en las tiendas los productos que preparan en ellas, panadería, pastelería, y envasado de carne y pescado. Y ahora dan un paso más allá con el plan de preparar los sandwiches que van a vender en la tienda, al igual que ya hacen con algunas de las pizzas.
El food to go es una de las áreas de mayor crecimiento en el gran consumo, que pelea con la restauración rápida por la cuota de estómago de los clientes. Los bocadillos sólo ya suponen £2.800 millones anuales, y además no se compran solos si no que también con bebidas, snacks, postres y en muchos casos con periódico y tabaco si se compran en tiendas convenience. Y por supuesto, si son de calidad, llevan gente a las tiendas.
Por todo esto Morrisons ha decidido lanzarse a esta aventura, que parece bastante complicada. Han decidido formar a 1.000 empleados en sus tiendas para preparar estos bocadillos a partir de pan horneado en las tiendas y rellenos preparados en los obradores de su Market Street de cada tienda. Esperan vender 3 millones de sandwiches al año.
Puede ser una buena idea que les lleve gente a las tiendas que están en los núcleos urbanos, si sus bocadillos ganan fama de calidad. Si no, puede ser que lo único que hagan es aumentar las mermas de las tiendas.
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