El 14 de marzo Morrisons hacía públicos los resultados de su año fiscal, que cierra el mes de Febrero.
Como se venía anticipando por los datos de los últimos meses, los resultados no son buenos, ni los propios directivos de la empresa trataron de justificar las pérdidas en ventas y en cuota de mercado. Lo más preocupante para los analistas es que los anuncios que realizaron no logran generar la suficiente confianza en el futuro inmediato de la empresa.
Los datos: se incrementan las ventas un 3% (algo menos que la inflación), bajan las ventas comparables un 2,1% y se reduce el beneficio en un 7.2%
Los motivos están claros, Morrisons no tiene una presencia suficiente en los dos canales que más están creciendo en este momento, el convenience y el online. Sin embargo, otro de sus problemas es de cómo ha evolucionado su propuesta comercial desde que compró Safeway y lanzó el proyecto Market Street.
Los dos anuncios de mayor impacto en esta presentación fueron para paliar los dos primeros problemas. Este año planean abrir 100 tiendas de conveniencia, y muchas de ellas en Londres (se han aprovechado de los locales que han dejado libres las quiebras de negocios como HMV, Blockbusters y Jessops) . Y el 2014 inaugurarán su tienda online, sobre lo que también ha transcendido están en conversaciones con Ocado para comprar permisos y utilizar la tecnología y los sistemas que el pure player ha desarrollado.
Morrisons ya ha empezado a abrir tiendas de convenienca en Londres. Fuente: Morrisons
Las propuestas en ambos campos de Morrisons son innovadoras y levantan muchas expectativas, pero son lentas para los ritmos que se manejan en el retail británico. Las tiendas convenience son distintas a las de los competidores, mucho más basadas en el food to go y los frescos, y el negocio online que se ha podido ver hasta ahora (la tienda de vinos y Kiddicare) utiliza kioskos, interacción con el cliente para conocer sus gustos, etc.
Respecto a su propuesta comercial, Morrisons tiene un gran dilema. Sus consumidores tradicionales son austeros y recelan de los fastos que se ven en las tiendas del modelo Market Street, por lo que en algunos casos acaban abandonando la enseña. Sin embargo, la expansión actual se basa en tiendas que se abren en el sur del país, donde este modelo está mucho más aceptado por adaptarse más al gusto de los consumidores con mayor poder adquisitivo, y desde luego, es algo distinto al resto de propuestas.
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