Morrisons, el cuarto supermercado en facturación del Reino Unido, acaba de desvelar en qué se concretan sus experimentos en fidelización que empezaron a principios del verano. Mañana lanzan una nueva tarjeta de fidelización, la llamada Match & More, y viene a funcionar como la garantía que ya ofrecen Asda, Tesco y Sainsbury’s, de asegurar a los clientes que sus compras no van a ser más caras que en los supermercados de la competencia.
La novedad que llama más la atención es que incluyen a los discounters en la comparativa, con lo que efectivamente, Morrisons promete igualar en precio a Aldi y Lidl, los dos supermercados considerados más baratos en el Reino Unido. Han establecido un sistema para determinar si las referencias son comparables o no, y desde Morrisons aseguran que la práctica totalidad de las 20.000 referencias que tienen entrarán en la comparativa. Los productos de MDD de los discounters serán comparados contra los de la MDD de gama media de Morrisons.
Hay otras diferencias sensibles con los programas de los otros distribuidores, y que suponen facilitarle la vida a los consumidores. Los descuentos no se emiten de forma automática si no que se van acumulando en forma de puntos, y cuando el cliente acumula un cierto número de puntos, Morrisons emite un cupón de descuento que se puede usar durante un año. Los otros distribuidores emiten un cupón tras la compra (o lo tiene que emitir el consumidor desde su ordenador) y se tienen que utilizar en un plazo breve, ya que caducan a las dos o cuatro semanas según los casos.
Es una promesa muy importante pero necesaria, y a la que han podido llegar gracias a la enorme inversión en precios que han hecho desde el mes de marzo, cuando lanzaron la campaña “I’m Cheaper”. Muchos de los clientes que dejaban de ir a Morrisons acudían a hacer sus compras a Aldi y Lidl, por lo que con esto seguramente recuperarán a algunos de ellos, y seguramente si mantienen en buena forma sus secciones de productos frescos conseguirán atraer a clientes de Tesco.
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