Ayer Marks & Spencer también presentaba resultados anuales. A pesar del interés que tienen las últimas semanas por el cambio radical que se ha producido, este ha sido un año de cambios en la cadena, y se esperaba ver la valoración de los mismos por parte de la dirección y el reflejo en la cuenta de resultados.
Las ventas totales han descendido un 1.9%, y como es habitual, la ropa y el non food no dan alegrías. Las ventas de alimentación han sido mejores, y han crecido un 2,1% hasta los £6000 millones anuales, con unas ventas comparables que han crecido un 1.9%. Durante este periodo han cerrado algunas tiendas, pero crucialmente, han reciclado también algunas, en las que se les ha quitado espacio a la sala de venta de ropa y no alimentación, para dar más metros cuadrados al negocio alimentario. Es interesante ver como el volumen de venta ha crecido más que el valor, un 3.3%, gracias a la inversión que están haciendo en precio y el plan de convertirse en una cadena de excelente calidad y buenos precios. Es algo que han venido comunicando en la última parte del año de forma conjunta, y parece les está resultando bien.
Han abierto a lo largo del año una serie de tiendas con una imagen muy sofisticada y una experiencia de compra mejorada. Son tiendas más grandes que lo habitual, por lo que pueden poner más referencias de su surtido, y también han introducido más referencias de formato familiar (parte del plan de ser más competitivos en precio), para tratar de conseguir capturar la compra de más de un día, en lugar de la habitual para la cadena, la compra para consumir al momento o de la cena. Les dejé en su momento un par de notas sobre este nuevo formato.
Siguen avanzando en sus medidas para reducir costes, reducir su impacto medioambiental, y reducir las roturas de stock.
De cara al futuro, piensa que los consumidores van a acudir más al canal online, reforzando el potencial de éxito de la iniciativa con Ocado que se va a poner en marcha en septiembre. Van a vender a través de Ocado unas 6.000 referencias de alimentación, y han decidido añadir una selección de ropa, unas 1.600 referencias. También es posible que Marks & Spencer fruto de esta colaboración incorpore algunas marcas más en su surtido de supermercados, dado que va a empezar a tratar con ellas para la tienda online con Ocado.
Las normas de distanciamiento que están en vigor no les ayudan para nada, y dice que las ventas en alimentación han bajado un 8% aproximadamente, por lo que se esperan unos resultados flojos para los próximos trimestres. Les ha beneficiado en las tiendas en parques comerciales con varios supermercados que han atraído a mucha gente, fuera de las ciudades, y algunas grandes en calles comerciales, pero en general, mal porque muchas tiendas están en centros comerciales que han cerrado, en zonas de oficinas, y en estaciones de tren y metro, aeropuertos, etc, que capturan cada día el gasto de las cenas de los viajeros y trabajadores del centro de las ciudades. También han cerrado las zonas de restauración de las tiendas. Para tratar de mitigar los efectos de la crisis están desarrollando un plan de recortes en varias áreas del negocio, para ahorrarse unos £1000 este año.
Piensa además que los consumidores van a demandar más soluciones tecnológicas en las tiendas, que les permitan acelerar la compra, aunque está por ver el efecto que la crisis va a tener en la compra física a medio plazo, y en las calles comerciales británicas. Sin duda, convertir sus tiendas al nuevo modelo puede ayudarles a que sean más destino si cabe, para un público ampliado si consiguen convencerles que sus precios no son tan elevados.
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