El organismo que vela por la competencia en el Reino Unido, la Competition and Markets Authority, publicó hace unos meses un código que debían seguir las empresas que quisieran explicar en su publicidad los beneficios medioambientales de sus productos. Entre otras normas, establecía que las promesas tenían que ser claras, sin omitir información significativa, basadas en evidencias científicas y análisis de ciclo completo de vida del producto, y que las comparaciones tenían que ser justas (mismo uso de los productos, mismos análisis etc). Y otro organismo gubernamental, la Advertising Standards Authority Ltd (que regula la publicidad y vela por que lo que se dice en los anuncios sea verídico) ha tomado esto como referencia a la hora de analizar los anuncios de las marcas y sus promesas medioambientales.
Naturalmente, han tenido trabajo con las empresas alimentarias, y gigantes como Danone, Oatly, Pepsico y Coca-Cola han tenido que retirar o modificar sus anuncios.
Un par de cadenas de supermercados han tenido problemas con el ente, pero Sainsbury’s ha podido salvar la suya y Tesco no.
La campaña de Sainsbury’s “Helping Everyone Eat Better” decía que podías reducir el impacto medioambiental de tu alimentación si sustituías la mitad de la carne de tus platos por legumbres como garbanzos, lentejas, etc. Los anuncios fueron denunciados porque los garbanzos podían venir de la otra punta del mundo y tener un impacto medioambiental elevado, pero el organismo encontró que las recomendaciones eran genéricas, y que superaban los límites que se habían establecido para aceptar los mensajes.
La campaña de Tesco “Better Baskets” (y que tanto me gusta) también ha sido denunciada al ASA, y esta vez el veredicto no favorece a Tesco, que tendrá que ajustar sus mensajes. La campaña decía que si sustituyes productos cárnicos de tu dieta por productos de su gama Vegan Chef (productos veganos procesados para imitar las características de las hamburguesas, las albóndigas, etc) contribuías a reducir tu impacto medioambiental. En este caso, el ASA dice que no se puede verificar que esto sea así porque Tesco no aporta datos científicamente contrastados. Acepta que existe un consenso científico para poder asegurar que reducir la cantidad de carne de tu dieta y sustituirla por plantas sí que contribuye a reducir el impacto medioambiental de la dieta, pero que no hay datos para los productos concretos que Tesco sugiere, ya que tienen muchos ingredientes y son productos procesados. Y esta es la diferencia principal con el anuncio de Sainsbury’s, que ha pasado el filtro, que en vez de proponerte qué producto comer, se centraba más en cambiar de dieta e incorporar más legumbres.
Las promesas medioambientales cada vez son más comunes y sofisticadas, y la verdad es que está bien que haya un organismo que trate de poner orden y que lo que se promete tenga fundamento, aunque supongo que sus veredictos van a ser contestados y criticados.
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