(Alimentación y Coronavirus en UK – XVIII)
Una de las consecuencias del confinamiento es que los consumidores pasan muchísimo más tiempo en casa, y tienen tiempo para hacer cosas que antes no hacían… como por ejemplo, panes de masa madre! Esto también ha supuesto que se aventuren a cocinar más, y de paso, ampliar su repertorio de recetas probando nuevos ingredientes y nuevos platos.
Los congelados han sido una de las categorías beneficiadas de esta nueva situación, que ya en marzo, el mes de las compras de pánico, las ventas de congelados habían crecido un 28%. Los compradores prestan más atención a una categoría que les permite reducir la frecuencia de compra manteniendo el hogar bien abastecido. Las ventas de Iceland, la cadena especializada en productos congelados creció durante el mes de marzo más de un 30%, que se prolonga durante este mes con un crecimiento del 28,6% según Kantar Worldpanel.
Tienda de Iceland. Sección de Verduras Congeladas.
Sin embargo, no todo crece dentro de la categoría de los congelados. Los platos preparados han perdido un 15.4% de sus ventas porque los británicos están cambiando la conveniencia que aportan los platos preparados por la compra de ingredientes. Ahora tienen más tiempo y no les parece mal tratar de invertirlo en cocinar algo. Según Iceland, las ventas de ingredientes (masa para hacer empanadas, carne, verduras cortadas) asociados a los platos que cocinan con mayor frecuencia han llegado a crecer un 100%.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas, los británicos pasan casi una hora al día cocinando y lavando platos, casi el doble que antes de la crisis. La gran pregunta es qué va a pasar cuando acabe este confinamiento transitorio. ¿Van a seguir cocinando tanto los británicos? Igual la respuesta no es una cuestión de mantener los hábitos, si no de ajustar los presupuestos a una nueva realidad más complicada, en la que las familias británicas tendrán menos ingresos para gastar en su estilo de vida.
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