Llevaba unas semanas sin tratar del tema de la Covid en exclusiva en el blog, más centrado últimamente en resultados, en el Brexit, y en algunas tendencias. En estos últimos días se han producido algunas novedades que recojo en esta nota para su conveniencia.
Desde que el gobierno anunció el inicio de la campaña de vacunación general contra la Covid-19, se sabía que la magnitud del trabajo era enorme, y desde entonces se han ofrecido varias empresas del gran consumo para colaborar en la tarea:
Tesco, Boots (la cadena de farmacias) entre otras ofrecieron su red de distribución logística para llevar las vacunas desde los centros de distribución a los centros de vacunación.
La mayoría de supermercados han ofrecido sus parkings para instalar en ellos carpas que alberguen centros de vacunación temporales.
La cervecera BrewDog ha ofrecido al gobierno sus más de cincuenta bares (que ahora están completamente cerrados por las restricciones) para utilizarlos como centros de vacunación.
Hoy se ha anunciado que las farmacias de Asda van a inocular la vacuna también. No es algo nada raro, puesto que cada supermercado grande e hipermercado en UK cuenta con una farmacia, en la entrada de la tienda o dentro de la propia tienda, donde se pueden recoger recetas, e incluso hacer reconocimientos médicos sencillos o recibir la vacuna de la gripe.
Farmacia en una tienda Morrisons
El comercio online sigue disfrutando de niveles de crecimiento elevados, y aunque durante el verano este crecimiento se había reducido un poco, las nuevas restricciones lo han vuelto a impulsar. La cuota en noviembre había recuperado la pérdida de los meses pasados, y se situaba en un 13,7% del total de ventas del gran consumo. Esta mañana uno de los grandes retailers del país, John Lewis and Partners (los dueños de Waitrose) han anunciado que eliminaban la opción de recoger en tienda los pedidos online (las tiendas están cerradas, solamente tienen abierta una pequeña zona donde recoger este tipo de pedidos) para con esto reducir el número de ocasiones en que las personas salían de casa, en línea con la restricción nacional de reducir la máximo las salidas. Un poco más tarde el gobierno escocés anunciaba que prohibía la venta online y recogida en tienda de productos no esenciales (alimentación, ropa, libros, etc, se consideran esenciales) por este mismo motivo, de forma que JLP se ha adelantado a este movimiento, y quien sabe si a una futura pronta prohibición en Inglaterra y Gales.
Sin embargo, el gran número de bajas por enfermedad y por aislamiento que esta ola de infecciones está produciendo en las empresas está afectando a la preparación de pedidos online y a toda la cadena de suministro en general. A lo que hay que añadir el mal tiempo en Europa, y los problemas que el ajuste a los nuevos procesos está produciendo en las fronteras, como si no tuviéramos bastante.
Parece que se acaba la polémica sobre el uso de mascarillas en tiendas, por fin. El gobierno exige que las personas que estén en una tienda lleven mascarillas, y ha establecido una serie de excepciones. Sin embargo, hasta ahora, los supermercados no pedían activamente a los clientes que llevaran máscaras. Asumían que si no llevas una máscara es porque perteneces a uno de los grupos exentos, y te dejaban pasar, no querían tener conflictos con los clientes (ya se tienen bastantes, y el abuso de empleados está en niveles altísimos). Tampoco había mucha presión porque los empleados de las tiendas llevaran máscara o un visor que cubriera el rostro. Por esto, aunque mucha gente se adhiriera a la norma, se veía gente sin máscara por las tiendas. La gravedad que está tomando la pandemia ha hecho que la comunicación del gobierno sea cada vez más severa (y hasta tenebrosa, porque ahora hay que meter miedo para que se cumplan las normas) y finalmente las cadenas han decidido tomar una parte más activa en esto. Como en otras ocasiones, anunció una de ellas que iba a tomar medidas, Morrisons, y poco a poco la mayoría de ellas han anunciado lo mismo. Se han comprometido a apartar a las personas que entren en la tienda sin máscara para pedirles que demuestren tener alguna de las condiciones que te exime de llevarla. Veremos como queda y si realmente se va a hacer durante muchos días, pero por lo menos, algo va a parar.
Y mientras tanto, parece que se planean nuevas restricciones para frenar el avance de la Covid-19. Una de ellas podría tener un impacto tremendo en el gran consumo, la revisión de la distancia entre personas para reducir la probabilidad de contagio. Por ahora es de “1 metro más” (si llevas máscara, un metro de separación, o dos sin no llevas máscara) y el comité científico que asesora al gobierno está proponiendo pasarla a 3 metros, con lo que se reduciría notablemente el aforo de los supermercados, y seguramente, volverían las colas.
Esperemos que la campaña de vacunación tenga efecto pronto, seguramente veremos reducir drásticamente el número de fallecidos, aunque todo apunta a que vamos a tener que convivir con el virus un buen tiempo. Tendremos suerte si podemos disfrutar de un verano más o menos normal, pero ya nos están advirtiendo que en invierno de este año volverán las restricciones, aunque posiblemente no al nivel que estamos experimentando ahora.
Comments