El Brexit ocupa gran parte de la actualidad de este país, y aunque no haya avances significativos en las negociaciones, ni se pueda dar nada por seguro (cualquier declaración o compromiso se convierte en lo contrario al poco tiempo), es indudable que las empresas están ya notando el efecto de la decisión británica.
Además de la devaluación de la moneda, el mundo laboral es otra de las funciones de la empresa donde se están complicando seriamente las circunstancias. Partimos de la base en la que el trabajar para el sector agroalimentario no tiene demasiado prestigio, y los jóvenes prefieren ir a trabajar a otros sectores. Ya sea por los sueldos bajos en algunos casos, que pueden ser trabajos repetitivos en condiciones de humedad y temperatura poco cómodas, o porque los trabajos en hostelería y supermercados muchas veces son vistos como de tiempo parcial para ganar algo durante los estudios universitarios, al sector alimentario le cuesta atraer a los jóvenes británicos, y depende de la fuerza laboral que viene de fuera.
Las distintas patronales ya advirtieron de esta circunstancia al gobierno, y poco a poco, se van publicando datos que muestran como aunque todavía esté en vigor la libre circulación de personas, los flujos de entrada de ciudadanos europeos son mucho menores que antes, e incluso un bueno número de los establecidos en el Reino Unido abandonan el país.
El sindicato agrario acaba de publicar datos de una encuesta a sus asociados sobre esta cuestión. No se han cubierto el 29% de los puestos que han ofertado los agricultores para recoger la producción de la cosecha de este mes de septiembre, y la media en lo que llevamos de año es del 11%. Supone un problema para los agricultores que no tienen forma de cosechar los cultivos en el tiempo preciso, mientras que el resto de costes siguen aumentando. Según los agricultores de peras y manzanas, si esta tendencia sigue así, el 2019 ya no les será rentable recoger la fruta de los árboles. Mientras que se ve el Brexit como una oportunidad para que se vendan más alimentos cultivados en el país, la situación en las granjas se complica.
El sector del foodservice también se enfrenta a este reto. La cadena Pret a Manger reconocía que de cada oferta de trabajo que publica, uno de cada cincuenta candidatos son británicos. La BRC acaba de publicar otra encuesta a sus miembros, centrada en los que tienen operaciones de foodservice. La mayoría de empresas están notando como sus trabajadores europeos están dejando los trabajos. El impacto en algunos segmentos del mercado puede ser importantísimo, por ejemplo se estima que el 80% de los trabajadores de cafeterías en Londres no son británicos. Y la British Hospitality Association ha declarado que de seguir así las cosas no podrán cubrir vacantes.
Además, el crecimiento del sector se ha frenado desde la votación del Brexit. Se sigue creciendo pero a ritmo menor que el anterior. Por un lado, la devaluación de la libra les favorece porque vienen más turistas y hay más británicos que pasan las vacaciones en UK, pero también crecen los costes y se frena el consumo del día a día.
Para responder al reto general de incorporar gente joven a la industria alimentario, el gobierno lanzó un programa que permite crear puestos de trabajo de aprendiz en las empresas. Los jóvenes cobran un sueldo completo y pueden experimentar qué es trabajar en el sector. Sin embargo, el proyecto está fracasando. Por un lado, es una especie de impuesto general y muchas empresas no están de acuerdo con pagarlo. Y por otro lado, muchas de ellas no saben como aplicarlo y beneficiarse del programa. La realidad es que se necesita algo efectivo con urgencia. Además del problema en la hostelería y la agricultura, ahora fijándonos en la industria alimentaria, de las 400,000 personas que emplea la industria, más de 100,000 se van a jubilar antes del 2022, y se tienen que reemplazar. El 27% de sus trabajadores son europeos, con lo que el esfuerzo de reemplazarlos a todos puede ser crítico.
Y mientras, continúan las negociaciones, sin contribuir demasiado a reducir la incertidumbre.
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