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Writer's pictureJosé Miguel Flavián Erlac

Brexit y Alimentación IX – El debate de la inflación.

Asda - Marmite Store.jpg

El debate del precio tiene ya un hashtag: “Marmitegate


El debate sobre la inflación se tensa, y aunque todos sabemos cómo va a acabar, lo que no se sabe es cuando acabará.

Nos encontramos en medio de una tormenta perfecta, con una serie de factores pre y post Brexit que son determinantes:

  1. La economía general llevaba unos trimestres mejorando. Y, fundamental, las economías familiares también crecían y podían afrontar gastos diferidos gracias a su situación algo más cómoda.

  2. El discount continuaba arrasando al haber acostumbrado a estas familias a ofrecer una calidad razonable a precios bajos. Para tratar de recuperar a estas familias, el top 4 lanza la famosa guerra de precios que nos ha dejado una inflación del -3%.

  3. Los costes aumentan, no sólo los de varias commodities como el azúcar, el café, el aceite de palma, el petróleo, etc (según la Federación de Fabricantes de Alimentos, el coste de los inputs ha crecido un 20% en estos últimos meses), si no también los costes laborales, gracias al nuevo sueldo mínimo que implantó el anterior gabinete conservador y se puso en práctica el primer semestre del 16.

  4. El Reino Unido importa el 40% de los alimentos que consume. Y un número importante de estos productos se pagan en dólares.

  5. Y llega el Brexit, que trae incertidumbre sobre cómo van a ser varias de las condiciones fundamentales del mercado a medio plazo (tarifas sobre el comercio internacional y libre circulación de personas) y la depreciación de la libra frente al euro y el dólar.

Este debate ya se había iniciado hace un año, sólo que se llamaba “el fin de la guerra de precios”.  Se estimaba que por estas fechas ya se habría acabado y volvería la inflación. Luego con el cambio de año y los problemas de Asda (que tiene la opción que llaman “guerra de precios nuclear”) los CEOs de la gran distribución la alargaban hasta las Navidades de este año, pero todos estaban convencidos de que su fin estaba a la vista.

Los hechos de estas últimas semanas parece que nos acercan al climax, con el problema entre Unilever y Tesco, los anuncios de varios fabricantes como Nestlé sobre el coste de las materias primas de sus productos, y las opiniones de varias patronales sobre lo insostenible de la situación (BRC, FDF, WSC, etc). Dando un giro a su estrategia de comunicación, Tesco reconociendo que los incrementos en los costes se tendrán que trasladar al PVP, y hace un par de días, Morrisons subiendo el precio de algunos productos de Unilever (el Marmite, que estuvo en el centro de la polémica con Tesco) parece que se abre un nuevo capítulo en esta saga (fuera del gran consumo, pero también muy determinante para la opinión pública, el anuncio de Apple de subir ya el precio de todos sus productos en UK para reflejar la devaluación de la libra). En todo caso, la guerra de precios se centra en los productos básicos, y en la eliminación de referencias por parte de las cadenas que hacen bajar el precio medio de las cestas de la compra.

Se avisa que va a haber más negociaciones como las de Unilever, con más fabricantes tratando de pasar incrementos de costes al PVP, mientras que las cadenas no querrán tocar nada antes de Navidades. Va a ser el juego de quién es el más débil, y cuando alguno flaquee, se abrirán las compuertas.

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