Desde que Sean Clarke tomó las riendas de Asda en mayo del año pasado, ha habido pocos anuncios en el retailer, y mucho trabajo discreto. Tanto es así, que seguramente la noticia más destacada es lo que no hicieron, al descartar la “guerra de precios nuclear” que habían anticipado algunos analistas.
A pesar de la gravedad del estado de Asda, los últimos resultados, y principalmente a partir de Navidad, muestran como Asda está revirtiendo un poco la situación: se sigue perdiendo ventas, pero a menor velocidad. El último trimestre del año han perdido un 0.6% en ventas (-2.6% en comparables, una gran mejora respecto a los dos trimestres anteriores, con -5.8% y -7.8%), y en los datos que ha publicado Kantar del 2017, van ganando clientes. Sus principales competidores están en una situación algo mejor, pero por lo menos Asda va acercándose a ellos.
¿La receta que han aplicado? La de siempre, la de volver a los básicos. Siguen mejorando en precios, pero también invierten en servicio en tienda, en mejorar la sección de frescos, y en aumentar la disponibilidad de productos gracias en parte de una reducción de surtido. Aunque quieren seguir siendo los líderes de precio del Top 4 (mantienen la promesa de ser un 10% más baratos que la competencia) también buscan mejorar en imagen y ofrecer unos productos de mayor calidad. La campaña “That’s better” (aunque al principio parecía algo confusa, luego más clara con las nuevas referencias de MDD en tienda, de mejor calidad) dicen que ha ayudado. Y también la asociación con el chef de la tele James Martin, que les ha permitido ganar un poco en reputación y desarrollar nuevos productos de mayor calidad.
La mejora en la experiencia en las tiendas viene por dar más razones a los clientes por las que visitar las tiendas. Desde el desarrollo de conceptos de restauración en las tiendas (algo en lo que Tesco también trabajó pero no supo capitabilizar bien) a la cesión de espacio a partners con los que no compite, como la cadena de peluquerías Supercuts, o mini tiendas y puntos de recogida de compra online de Decathlon (aquí Sainsbury’s ha tomado pasos más decididos, con la compra de Argos).
Asda sigue su camino, una revolución que parece por ahora más tranquila que la de sus competidores Tesco y Morrisons.
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