Asda lleva ocho trimestres perdiendo ventas, y en esta ocasión, la situación parece más crítica que nunca. Cuando hace un año el exCeo Andy Clarke anunciaba que habían tocado fondo y la recuperación empezaba, por el respeto que se había ganado en la industria y entre los analistas, se esperaba que se tomaran medidas importantes y relevantes. Un año después, Asda está peor, y no se sabe si ha tocado fondo.
Después de presentar unas ventas comparables del -5.7% el trimestre anterior, que supuso la destitución casi inmediata del CEO de la cadena, esta vez la pérdida es mayor, siendo de -7.5%. Poco ha podido hacer el nuevo CEO para evitar esta debacle porque apenas lleva un mes en el puesto, pero para agrandar el problema, estas pérdidas se producen en un contexto en el que sus principales competidores, Tesco, Sainsbury’s y Morrisons, se están recuperando poco a poco del bache y algunos empiezan a presentar resultados positivos.
Otras cifras que han facilitado también son malas: siguen perdiendo clientes (un 6% menos de tiquets de compra que el pasado trimestre), y además los tiquets son de menos valor, un 1.5% menos.
De forma sorprendente, han descartado que vayan a ejercer la opción que algunos analistas habían denominado “guerra de precios nuclear”, y que era invertir más en precio, reduciendo sus márgenes a lo mínimo, y así conseguir robar clientes de la competencia a la vez que recuperan las credenciales de precio que han empezado a perder frente a los discounters. Dicen que ya han invertido lo suficiente en precio, y piensan que para convencer a los clientes tienen que mejorar la experiencia de compra, y continuando con sus proyectos para reducir el surtido, mejorar la disponibilidad y reducir costes. También han contratado a un chef de la tele, James Martin, para ayudarles en los proyectos de mejora de la calidad de los productos de MDD y contribuir a mejorar la imagen de calidad de sus productos, sin dejar de comunicar precios bajos, naturalmente.
El nuevo CEO; Sean Clarke, piensa que la cultura del negocio es la correcta, y que están preparando nuevos proyectos que reinventarán la experiencia de compra en sus tiendas. Esperamos que convenzan a sus clientes perdidos.
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