Asda lleva un tiempo generando pocas sorpresas buenas, entre los problemas con los proveedores, las malas ventas y los despidos, y justo al poco de alcanzar el primer crecimiento de ventas en años, anuncian cambios en la cúpula directiva.
Sean Clarke, el CEO que llegó hace 18 meses, deja el puesto en manos de su segundo, Roger Burnley, que tomará las riendas en enero del 2018. Sean Clarke llegó de Walmart China para enderezar el rumbo de uno de los negocios más importantes de Walmart, que llevaba tiempo perdiendo ventas y no sabía como combatir la amenaza de los discounters.
Durante este periodo, Clarke ha conseguido mejorar mucho los precios de los productos para volver a atraer clientes, ha reducido el surtido y ha conseguido reducir las roturas de stock. Así hasta lograr volver a poner las ventas en positivo, con un 1,8% de crecimiento en el último trimestre, un resultado positivo pero muy matizado por la cuestión de la inflación y que sus rivales crecen más. En el lado negativo, la resestructuración de personal, que ha supuesto el despido de muchas personas en tienda y en la central, y la mala relación con los proveedores, que les llevó incluso a la apertura de expediente por parte del Árbitro de la Cadena.
Fotografía de ASDA.
Ahora tomará las riendas Robert Burnley, un cambio planeado según dice la dirección de Walmart. Burnley se incorporó un poco antes que Clarke a Asda, proveniente de Sainsbury’s, y todo apuntaba que iba a ser el siguiente CEO. Pero la mala situación del retailer impuso un cambio de planes para dar tiempo a Burney ha hacerse con la empresa y preparar un plan.
No acaban aquí los cambios, y Asda también ha anunciado la retirada de su Director de Mercancías Andrew Moore, que será sustituido por Jesús Lorente. Lorente viene de Carrefour España, donde ha sido también Director de Mercancías, entre otras funciones, y con anterioridad había prestado servicios en Unilever. Según The Grocer, Asda ha fichado a Lorente por su experiencia en productos frescos, en hipermercados, y en plantar cara a los discounters.
El equipo directivo en su totalidad afronta un reto enorme. Las condiciones de mercado son ahora muy extrañas, entre el Brexit, la inflación, el cambio de canal de las ventas hacia el online y el convenience, y además tienen que recuperar la moral de una fuerza laboral desmoralizada y bajo presión por los despidos, y volverse a ganar la confianza de los proveedores.
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