No hace tanto los pilotos de tiendas sostenibles eran aquellas donde se utilizaban materiales reciclados o más madera para su construcción, se diseñaban para que tuvieran más ventilación e iluminación natural, y se les ponían puertas a las neveras de los productos. Ahora esto ya está superado, o asumido por el sector, y las iniciativas de sostenibilidad de esta tercera década del siglo parecen dirigidas a reducir la cantidad de envase que utilizan los clientes sin que esto les impida seguir comprando y consumiendo productos de gran consumo.
El Sainsbury’s de Greenwich, uno de los supermercados más bonitos en los que he estado, antes que le pusieran la cubierta de césped (el jardín de los Teletubbies!). Fotografía de Richard Glower
Tras unos años de iniciativas de tiendas independientes y el trabajo de Whole Foods Market, en las que predominaba la sección de frutas y hortalizas a granel, y las tolvas en las que llenar tu contenedor plástico de garbanzos o macarrones, a lo largo del 2019 empezamos a ver algunas iniciativas de las grandes cadenas de supermercados. Notoriamente, la iniciativa de Waitrose, con su proyecto Unpacked, la transformación de un supermercado para adaptarlo a una compra con un gran número de referencias de alimentación seca y droguería a granel, y otros pilotos menores de otras cadenas. Y Sainsbury’s que a principios de año lanzó una sección de productos de limpieza del hogar en colaboración con Ecover, donde los clientes podían llevar sus propios envases y rellenarlos en la tienda.
El Covid paró todo esto en seco, cuando los consumidores dieron preferencia a una compra rápida y segura, y esto supuso comprar más productos envasados y dejarse de experimentos mientras durara el confinamiento y la alarma. Pero enseguida vimos aparecer en el punto de venta nuevos envases hechos a partir de materias primas recicladas, productos rediseñados para reducir la cantidad de envase o utilizar materiales que son más fácilmente reciclables.
Fotografía Asda
Y ahora Asda pone en marcha un piloto que ya anunció en febrero: su tienda sostenible, pensada para ofrecer una experiencia de compra centrada en las personas que quieren utilizar menos envases de un solo uso.
La tienda tiene muchas cosas en común con los pilotos que han realizado otras enseñas:
Una sección de frutería con más productos a granel que lo habitual
Un mayor número de contenedores selectivos donde llevar tus envases que no recogen y reciclan habitualmente los distritos (que son los encargados en UK de gestionar la basura y reciclarla)
Un punto de recogida de envases retornables con depósito
Un gran número de tolvas donde adquirir productos que habitualmente van envasados a granel.
Ausencia de multipacks, todos los productos van sueltos y si compras una cierta cantidad, que aplican el precio del pack.
Espacio para la comunidad y fundaciones que tengan un objetivo compatible con la sostenibilidad. Por ejemplo, los primeros días una de estas ONGs va a vender ropa de marcas de lujo de segunda mano.
Pero también tiene alguna novedad, o más bien, aplicaciones de lo que podemos esperar de Asda a esta cuestión:
Las marcas se han implicado bastante en la iniciativa, y tienen mucha presencia en la parte de graneles. Naturalmente, al no haber envases, se pierde algo en comunicación, y se trata de compensar con cartelería en las tiendas y secciones dedicadas en los lineales.
La garantía que el producto a granel no va a ser más caro que el producto envasado, el “Greener At Asda Price”, otra línea de comunicación de precio de la cadena.
Y el surtido de graneles es mucho más amplio que cualquier otro piloto que hayan llevado a cabo los demás supermercados.
Son realmente valientes al lanzar una iniciativa así en medio del clima de inseguridad en el que vivimos, pero sin duda es un paso firme y pronto veremos estas ideas aplicadas en más tiendas (si la Covid-19 lo permite, claro).
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