Muy interesante la implantación de los terminales en tienda para hacer pedidos online del catálogo non-food. No son tan sofisticados como los de Marks & Spencer, pero son muy visibles, fáciles, y también tienen una función fantástica: el cliente que no encuentre su talla o color de una prenda de vestir, escanea el código de barras, elige el producto que más le conviene, paga y al día siguiente lo tiene en la tienda! ¿Podría ser una vacuna para el showrooming?
top of page
bottom of page
Commentaires