Asda acaba de abrir una pequeña tienda en una residencia de ancianos. Se trata más de un ejercicio de relaciones públicas, pero no deja de ser atender las necesidades de un tipo específico de clientes, y seguro que les da ideas para un futuro.
La tienda sólo está abierta un par de mañanas cada semana, y en ella los residentes pueden realizar sus compras escogiendo entre un surtido muy básico compuesto por algunos snacks y productos de no alimentación útiles para ellos. También pueden hacer encargos que se servirán desde el hipermercado cercano a la residencia.
Una de las trabajadoras del hipermercado se encarga de la gestión de la tienda, que ha sido muy bien acogida por la dirección del centro.
Imagen de la tienda. Fuente Asda.
Aunque parezca un iniciativa más de relaciones públicas que de un plan más extenso, bien podría convertirse en algo más serio, ahora que Asda dice que va a experimentar con varios formatos (todavía no tiene una oferta convenience con cara y ojos, por ejemplo). En Japón y Corea del Sur es frecuente encontrar minisupermercados como estos dentro de bloques de apartamentos, donde compran las típicas “roturas de stock en el hogar” las familias que viven en ellos.
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