Resultados modestos, si lo comparamos con el total del mercado, pero son buenos los esfuerzos de la cooperativa anglodanesa por presentar novedades al mercado y tratar de buscar elementos que los aparten de la brutal lucha por precio.
Ya saben lo que pasa en el Reino Unido con la leche, una historia similar a la de otros tantos mercados. Aquí tiene que cumplir con una serie de condiciones demandadas por los shoppers: fresca, inglesa, en la botella típica, y además, contar historias bucólicas. Pero cuando llegan las guerras de precio y hay que llevar a los clientes a la tienda, la leche es una de las primeras referencias que se lleva un sopapo, y se le caen continuamente peniques de su precio. Es una commodity, y aquí perdió un 30% de su valor en unos pocos meses de guerra de precio. El precio de cuatro pintas (2,2 l, la referencia básica) llegó a los 90 peniques… poco más de un Euro. Y aunque se ha recuperado un poco, ahora está a £1, un precio que tampoco da para muchas alegrías.
La leche de los Ganaderos de Arla, que recauda más dinero para ellos. Fotografía Arla.
Arla ha sido uno de los agentes más activos e innovadores en esta categoría, lanzando productos con vocación de generalistas, no tan nicho como otras propuestas que podemos ver en los lineales. En su última presentación de resultados reflexionaban sobre sus lanzamientos. Gracias al diferencial de precios de estos nuevos productos con la referencia básica, Arla había conseguido unas ventas de £95 millones más. No es mucho, y además si consideramos que sus ventas descendieron en £300 millones, pero por lo menos es un esfuerzo en la dirección correcta.
Frente a la guerra de precios, el bajo consumo de las generaciones más jóvenes, y la popularidad de las dietas basadas en vegetales, Arla propone innovar. Sus productos no siempre son rompedores, pero en muchos casos bien alineados con los consumidores y sus necesidades. Desde formatos de leche adaptados a la misión del food to go, las llamadas leche de ganaderos (con su propia marca y MDD para Morrisons) que son más caras y prometen pasar más dinero directamente a los ganaderos, leches con sabor mejorado (la Leche B.O.B., best of both, que tiene el contenido graso de una leche desnatada pero el sabor de una leche con más grasa), y un par de leches enriquecidas, con vitamina D exclusiva para Asda, y la Big Milk, leche fresca enriquecida con nutrientes, especialmente destinada para niños de 1 a 5 años.
Otras empresas están lanzando productos mucho más nicho, como decíamos. La proteína es una tendencia importante ahora, y se refuerza la comunicación sobre el contenido de proteínas en algunas marcas de batidos. Incluso algunos productos se enriquecen con proteínas del suero. O se decantan por lo artesano, y tradicional, apelando a consumidores que buscan productos más premium.
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